licencia

Licencia de Creative Commons
po(st)emas by Jose Aguilar is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
Based on a work at postemas.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://postemas.blogspot.com/.

sábado, 18 de abril de 2020

ACRÓPOLIS



Cada día veíamos menos policías.

Fueron desapareciendo, sin despedirse, poco a poco.

La alambrada cedió un día, con un ruido torpe, vencida —como tantas cosas— por su propio peso. Ayudó, paciente, aquel viento del sur, del sur que siempre nos persigue.

Una mañana mi hija gritó: “¡mirad: no queda nadie!”. Y era cierto: del otro lado ya no quedaba nadie.

Del otro lado.

Recogimos lo poco que teníamos, y salimos, de nuevo,  a caminar. 
De nuevo y, sin embargo, como siempre: sin mirar, sin mirar atrás.

Al otro lado, entre árboles llenos de frutas frescas, vimos sus casas. Cerradas.

(No fue sencillo forzar las puertas).

Dentro yacían sus cadáveres: cuerpos detenidos, a diferentes edades, en distintos grados  de descomposición. Algunos sentados, inclinados sobre una mesa, frente a aquellas pantallas apagadas; muchos —los más— en sus camas, otros por el suelo,  intentando llegar, supongo, como nosotros, a cualquier parte, a alguna parte.

Tras varios días de caminata entramos en la ciudad. 

Mi hija señaló hacia la colina. “¿Podemos dormir ahí?”, dijo, “está rota, la casa, está vieja  y rota como un castillo atacado por dragones”.

“Está rota y es preciosa”, dijo. Mi hija.

Vamos enterrando, día tras día, a toda esa gente. 
Cuando tenemos tiempo.

Es una pena, pienso ahora, que no nos puedan ver desayunando, entre estas ruinas, entre estas columnas, bajo sus templos (que también eran los nuestros). 

Ellos, que no querían que entráramos.

Ellos, que no quisieron —nunca— ponerse de nuestro lado.

Ellos que no quisieron 
ni tocarnos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario