Qué engorro,
—qué despilfarro, también—,
mi mala letra
que, junto a la desmemoria,
se aparea
(con el obvio desenlace
de malos hijos).
Así,
donde escribí “amor”,
“arroz”, más tarde, recupero.
O “humo”, donde apunté
“deseo”.
Y he de fijarme mucho
para no leer “hortensia”
donde hubo “fortuna”
o, tal vez,“tortura”
¿o “hartazgo”?
y, de milagro,
advierto que, en realidad,
fue “tantísimo”
(¿tantísimo el hartazgo?).
Aunque,
para ser justo,
diré que,
en contadas ocasiones,
me trae (mi mala letra)
también regalos encantadores,
hallazgos,
pecios de raros versos
(que cruzan mares extraños).
Como hoy,
que me trajo un “premio”
donde yo debí apuntar
quizá y, como mucho,
“poema”
(¿o era “perro”?).
No hay comentarios:
Publicar un comentario