Sí, podría ser la hora,
el momento adecuado,
como para todas esas cosas
que caen por su peso
(¿cuáles no? ¿cuáles caen por el peso ajeno?).
¿Es la opción adecuada?
¿la sabia elección?
¿la decisión meditada?
¿mi momento Rubicón?,
(nota mental: emplear #metáforas2.0)
(y ¡no rapear!)
Tratarme de Usted,
respetarme, con distancia y cierto miedo,
con la prudencia debida
frente a un desconocido
(nadie lo es más, me temo).
Me temo.
Tratarme de usted
y pedirme las cosas por favor,
una hora, una cita,
preguntarme por mi disponibilidad,
no atosigarme,
no darme por supuesto,
no interrumpirme,
solicitar mi permiso,
incluso,
para todo eso que no es necesario.
Tratarme de Usted,
fría y educadamente:
ser anacrónico o no ser.
Y evitarme, con elegancia,
cuando me ponga insoportable.
(Y escribirme, claro,
preguntando por mi salud,
preguntando por mi salud,
al recibo de la presente,
Dios guarde a Usted muchos años,
atentamente,
myself).
No hay comentarios:
Publicar un comentario