Sólo el poeta sabe
que Navidad rima con Kamikaze,
que la intelijencia es aguda
y "corazón" una palabra demasiado llana.
Sólo el poeta conoce
la métrica adecuada para el desfile
de palabras perfectamente armadas.
Sólo el poeta encuentra
belleza en el paisaje de un diccionario
mientras las metáforas se le caen
sin ton ni son
desde los bolsillos rotos;
sólo el poeta pierde el tiempo
por ganar tiempo
jugando con un punto y coma
que revolotea entre papeles.
Sólo el poeta habla claro
de la improbabilidad del futuro imperfecto,
de la eternidad encerrada en su pecera,
nadando en una perpetua derrota.
Sólo el poeta sabe
y ni aún así.
(Afér.).1. f. apostema. 2. f. p. us. Persona pesada o molesta. // "no criarle, o no hacérsele, a alguien ~ algo". 1. locs. verbs. coloqs. Descubrir fácilmente a otros lo que sabe, y con especialidad cuando es secreto. 2. locs. verbs. coloqs. Manifestar sin dilación y con franqueza a alguien las quejas o resentimientos que tiene de él. Real Academia Española © Todos los derechos reservados
licencia

po(st)emas by Jose Aguilar is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
Based on a work at postemas.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://postemas.blogspot.com/.
miércoles, 27 de febrero de 2013
martes, 19 de febrero de 2013
MERITOCRACIA
Merezco esta vida
y luego (desde luego)
algo más, o mejor.
Merezco el azúcar en el café
cada mañana
y tu sonrisa y una luz,
(por favor, radiante)
entrando por la ventana.
Merezco las caricias
de un amor correspondido
y, al menos, la mitad de las ganancias
de los negocios que arruiné
(sin motivo).
Merezco el balón de oro
y el unánime reconocimiento
a mi aliento poético, a mi simultánea
habilidad para el regate en corto
y para, por, sobre
la rima interna.
Merezco tanto
por haber tenido la decisión
la tenaz voluntad, el talento
de nacer aquí,
en el momento preciso,
de ser de (mi) buena familia,
de acumular sin (aparente) esfuerzo
títulos, puntos, menciones:
todo este (re)conocimiento.
Merezco tanto, sí,
que me asusta pensar
cómo pudo ser mi vida
con mucha menos
–de tanta como merezco–
suerte.
y luego (desde luego)
algo más, o mejor.
Merezco el azúcar en el café
cada mañana
y tu sonrisa y una luz,
(por favor, radiante)
entrando por la ventana.
Merezco las caricias
de un amor correspondido
y, al menos, la mitad de las ganancias
de los negocios que arruiné
(sin motivo).
Merezco el balón de oro
y el unánime reconocimiento
a mi aliento poético, a mi simultánea
habilidad para el regate en corto
y para, por, sobre
la rima interna.
Merezco tanto
por haber tenido la decisión
la tenaz voluntad, el talento
de nacer aquí,
en el momento preciso,
de ser de (mi) buena familia,
de acumular sin (aparente) esfuerzo
títulos, puntos, menciones:
todo este (re)conocimiento.
Merezco tanto, sí,
que me asusta pensar
cómo pudo ser mi vida
con mucha menos
–de tanta como merezco–
suerte.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)