nada
es suficiente.
Si, entre mentiras que adoramos,
nos perdemos;
si de rodillas
inventamos
religiones y herejías, glorias
y aleluyas,
si entre dos aguas nadamos,
si nos lleva la corriente
de una orilla
al otro lado;
si estamos hechos de arcilla y,
por tanto,
nos quebramos
a cada
paso,
día
a
día;
si nos hicieron de hambre
de tiempo y deseo,
cobardes o héroes, tal vez,
por un instante;
si huimos sin apenas ver,
si no hay guía,
no hay luces,
no hay señales;
si nos partieron en dos
y olvidamos las preguntas
porque adivinamos
que no hay solución;
si, con todo (y de vez en cuando)
amamos,
quizá encontremos refugio,
acomodo,
descanso
en una incierta y frágil,
imprecisa,
(en ésa única)
razón.
SÌ, con todo y de vez en cuando AMAMOS
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