Rezad.
Lo pondremos todo perdido
de eufemismos,
de leyes llenas de grietas,
de grietas llenas de sangre,
de sangre de hambre y deseo
(en sus diversas variantes)
y de docilidad.
Trabajaremos sin descanso,
despoblaremos de verdad
los discursos;
fingiremos un escalonado progreso,
alimentaremos la culpa,
la torpeza y la falsa amabilidad;
sembraremos vuestro patio de atrás
de certezas idiotas
que arraiguen enroscadas a los cimientos
del miedo a despertar;
pediréis piedad en los intermedios
(durante la publicidad callaréis,
atentos, siempre fieles y atentos).
No alcanzaréis —nunca, estad seguros—
a imaginarnos.
Cuando os sintáis solos
lo sabremos.
Cuando queráis más
lo tendremos.
Jugaremos a lo de siempre
y ganaremos.
Claudicaréis sin apenas despertar
envueltos en pereza e ignorancia.
No habrá batalla.
Ni armas.
Sólo rehenes.
Lo veréis venir cuando queden, quizá, segundos
y apostaréis vuestra vida
como nosotros la hemos apostado,
Amen.
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